martes, 4 de mayo de 2010

¿UN ENCUENTRO INESPERADO?

La oscuridad cubría todo el lugar, sin embargo una luz estaba al final del camino, así que me dirigí hacia allá, cuando me dirigía hacia la luz comenzaron a aparecer mas y mas luces, pero lo que más me extrañaba era que no sentía miedo, soledad o algún otro sentimiento y tampoco recordaba el cómo había llegado hasta allí o mucho peor quien era yo, sentía como si me hubieran arrancado todos mis recuerdo y sentimientos y los hubieran tirado a la basura así nada mas sin ni siquiera las mas mínima pisca de remordimiento, pero entre tantos pensamientos que me agobiaban la mente me di cuenta de que aquella oscuridad que me irritaba había desaparecido por completo ahora escuchaba voces sentía pero aun no recordaba, comencé a mirar a mi alrededor y me di cuenta de que me encontraba en un gran estadio lleno de gente que corría desesperada como si los estuvieran matando pero me concentre mucho más en lo que decían por el alto parlante.

- por favor retírense del coliseo que es necesario evacuarlo lo más antes posible –

No dieron ninguna explicación del porque la gente debía de abandonar dicho estadio, de repente perdí toda mi concentración y cuando regrese a lo que la gente llamaba mundo vi que sin querer alguien había chocado conmigo así que rápidamente levante la mirada y lo vi hay parado tan perfecto como el solo sin una gota de imperfección, pero me dio mucha curiosidad la cara que tenia era de desesperación, ira, rabia trate de comparar su cara con la de las personas que aun seguían corriendo pero su expresión era distinta por que no solo se le notaba esa rabia tan inminente si no que también una tristeza muy grande, en ese momento el me saco de lo que yo llamo mi mundo, cogió mi mano con tal fuerza que por “primera vez” sentí el sentimiento que la gente llamaba dolor, comenzamos a correr tan rápido como mis piernas me lo permitían, cuando ya nos encontrábamos fuera del estadio trate de hablarle para tan si quiera saber quién era y que era lo que estaba ocurriendo allí dentro el porqué todo el mundo corría, pero ni siquiera había terminado de decir la primera palabra cuando puso su mano sobre mi boca impidiéndome hablar, tomo de nuevo mi mano y seguimos corriendo sin yo saber el destino de llegada.

Mientras mas corríamos mas historias locas pasaban por mi mente tratando de averiguar lo que me sucedía pero no conseguí nada porque cada idea era más loca qué la anterior así que todas las desechaba al instante, aun seguíamos corriendo pero como al principio seguía sin conocer mi paradero, hasta que nos detuvimos en una pequeña tienda que ciertamente se encontraba en el medio de la nada, por primera vez desde que lo había visto me dirigió la palabra pero ciertamente fue corto y seco para mi gusto.

- entra y no hagas preguntas hasta que te diga – dijo el

Así que básicamente seguí su consejo y entre a la tienda lo más rápido que se me ocurrió, allí dentro todo era completamente diferente a lo que había visto en las últimas horas, en eso instante apareció una señora robusta y baja que le comenzó a gritar en un idioma totalmente desconocido para mí, en el momento en que terminaron de discutir la señora me dirigió una mirada un poco miedosa, el otra vez apretó mi mano fuertemente y me volvió a dirigir la palabra pero esta vez no tan seco y cortante.

- por favor entra en este cuarto -

Hice lo que él me dijo, al entrar en dicha habitación solo encontré un escaparte gigante que el rápidamente movió y detrás de él se encontraba una pequeña puerta que fácilmente solo cavia un persona él se metió por la pequeña puerta y me dio su mano para que también entrara al finalizar el túnel llegamos a una habitación “secreta” que se encontraba llena de las cosas necesarias para pasar allí varios días sin ninguna incomodidad, en aquella habitación pasamos la noche y por fin le pude preguntar todo lo necesario como para saciar toda mi ansiedad de saber que era lo que ocurría, lo primero y único que fui capaz de preguntar fue.

- ¿qué es todo lo que ocurre? – dije con la voz un poco temblorosa

- es sencillo lo que ocurría en el estadio era que comenzaron a matar gente en medio de un partido sin sentido, pero cuando llego la policía me incriminaron a mi sin saber porque, así que de la desesperación Salí corriendo y me tope contigo y al verte allí para sin percatarte de lo que ocurría decidí tomar tu mano y huir-

Eso sencillamente respondió todas mis dudas, pero lo veía tan obvio ahora me tocaba a mi hablar pero la verdad no sabía que decir por qué hacía por sabia que sencillamente podía existir, en ese momento me miro y me pregunto.

- y ¿quién eres tú? –

Mi cabeza comenzó a darme vueltas llenándose de imágenes que para mí no tenían sentido alguno pero allí comencé a entender todo por lo que había pasado este ultimo día, en ese momento me maree un poco, el al darse cuanta me pidió que me recostara, luego de unos minutos le pude contestar su pregunta.

-la verdad hasta hace algunos minutos no recordaba ni mi nombre, pero he comenzad a recordar estaba en un lugar muy oscuro y no sabía porque, pero ahora sé que iba por la mañana a la casa de una amiga y de pronto oí en una casa un grito muy fuerte, así que no lo pensé y fui hacia la casa pero cuando me aso me lo que había visto no lo considere agradable ya que allí acababan de matar a un señor eso si no se el motivo, pero claro para mi mala suerte me atraparon hasta hay tengo claro el recuerdo por que cuando desperté estaba encerrada en un cuarto muy oscuro y no recordaba nada, realmente pienso que me golpee tan fuerte que perdí la memoria por un buen tiempo hasta que me tope contigo –

- ¿y no te preocupa que tus padres estén buscándote que es lo más seguro?- dijo con un tono de intriga

- la verdad no pues ellos piensan que estoy en la casa de una amiga pero la verdad no iba para la casa de ninguna amiga solo quería estar sola, además no soy el tipo de gente que se mantiene con mucha gente a su alrededor así que la verdad no espero que la gente se dé mucha cuenta de que falto o no- dije casi como si no me importara

Luego de mucho tiempo hablando nos quedamos dormidos, la verdad no tenía ni la menor idea de que día era o de si habían pasado días, meses etc. Solo sabía que estaba con el hombre más perfecto del mundo. “En la mañana” supongo al despertar no lo encontré así que mi pequeña mente se volvió a congestionar de ideas locas que me explicaban el por qué de su ausencia, pero para mí alivio había una pequeña nota que decía.

Regreso pronto fui por más comida y cobijas no te preocupes y si despiertas vuelve y duerme que cuando vuelvas a despertar estaré allí

Felipe p.

Como la nota lo indicaba volví a dormir y cuando volví a despertar claramente el se encontraba allí luego de que pasaran unas cuantas horas una de las preguntas más extrañas me hiso.

-¿recuerdas el señor que te secuestro, el que mato al otro señor?- dijo haciendo una cara de intriga.

- la verdad no recuerdo su cara pero si logro recordad que cuando supongo que me golpee decían el nombre de miguel sambrano eso el uno de los vagos recuerdos que tengo de aquel día-

-no lo puedo creer él fue el mismo con el que me incriminaron ¿sabes algo más sobre él?- me dijo con un brillo único en sus ojos.

Y así pasamos toda la noche recordando cosas sobre miguel sambrano.

MESES DESPUES…

Después de varios meses miguel y yo logramos demostrar que él era el culpable de lo que había ocurrido en el estadio, y desde ese inesperado encuentro digo que la vida de él y la mía cambiaron radicalmente sin ni siquiera pensarlo, ahora ni nos separamos…

CAROLINA RESTREPO MESA - Grado 7

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