jueves, 29 de abril de 2010

El amor más fuerte y más puro no es el que sube desde la impresión, sinó el que desciende desde la admiración.


Era una noche de marzo, el cielo estaba nublado y parecía que fuera a llover, sin embargo el profesor no lo pensó y empezó clase, arriesgándose a cualquier contratiempo del clima que pudiera interrumpir la practica a los deportistas. A Las 9:00 pm teníamos que estar todos listos, haber calentado y con la raqueta en mano.
Yo era nueva en aquel deporte pero tenía una ventaja porque pequeña había dedicado muchos años a la práctica de tenis de campo, y aunque no conocía a nadie, iba dispuesta a hacer nuevos amigos.


Mi mejor amiga en el colegio conocía a 4 de los que estaban en el nuevo nivel conmigo así que ella me dijo quienes eran, pero en clase yo no me atrevía a hablarles puesto que eran 3 hombres y una mujer; no entiendo porque las mujeres somos tan competitivas, justo esa niña era la que más feo me miraba y me hacía sentir horrible.
Profesor: - ¿Tu eres la nueva?
Yo: - Si Profe, me llamo Susana
Profesor: - Niños les presento a Susana
No falto el que pregunto que si era nueva en el nivel, o la que dijo que porque no conocía a nadie, en fin, tantas preguntas que hicieron, sin embargo ninguna le gano a la de la amiga de los amigos de mi mejor amiga, ¿entendieron cierto?... La muy imprudente dijo que alguien se debería hacer conmigo, que le daba pesar que no tuviera conocidos y ella no se iba a encartar.
Me dio muchísima rabia pero lo supe controlar y no le dije nada, almenos el profesor la regaño y me dijo que la habían echado por grosera y que esta era a la última clase que asistía.
Martin: Niña, ¿tú eres la amiga de Francy?
Yo: - Si, soy yo
Juan José: - Hola, mira yo me llamo Juan José, él Martin y el otro se llama Andrés.
Yo: Hola, mi nombre es Susana – tenía una pena horrible y mi corazón latía a mil por hora, como cosa rara en 10 segundos los detalle totalmente a todos y ya tenía decidido quién era el más lindo y a quien tenía que conocer muy bien –
Faltaba media hora para acabar la clase y había hablado muchísimo con Martin, me conto donde estudiaba, en qué grado estaba y casualmente el hermano de él era amigo de mi hermano, la clase transcurrió rápidamente y los nervios se me bajaron después de un rato.
Al otro día en el colegio Francy me molesto mucho con Martin, me dijo que le había parecido muy querida y muy linda, sin embargo yo no pensaba lo mismo de el pues a pesar de parecerme querido no me parecía bonito y nunca pensaría en tener algo con el mas que una amistad, pero Francy me dijo que el luchaba por lo que quería y siempre lo lograba.
Así transcurrió una semana y me volvió a tocar clase, no paso nada nuevo pero algo que hizo que hubiera sido la mejor clase fue que esa niña no volvió y eso me relajo mucho pues no tenia quien me hiciera sentir mal y dañara mi dignidad.


Estábamos en Agosto y nos dieron una semana de descanso en el colegio pues hubo un accidente y necesitaban reconstruir gran parte de la estructura, así que mi mejor amiga nos invito a su finca toda la semana y justo invito a los otros tres de tenis de campo.
Para llegar a la finca había que irnos en caballo o en tractor, preferí irme en tractor pues odio los caballos; llegamos a la finca y era un ranchito sin paredes, sin televisión, sin señal, sin internet, y lo peor es que era con agua fría. Toda la semana pase demasiado bueno con ellos, los conocí un poquito y me cayeron muy bien, monte en caballo y les quite un poco el miedo y el odio que les tengo, Francy se dedico a cuadrarme con Martin pero yo seguía diciendo que no le veía nada pero por dentro sentía que ese niño tenía algo que casi nadie sabía usar.
Martin es mas chiquito que yo en estatura, cumplimos años el mismo día y soy mayor que el por una hora, tiene gafas y es calvo, siempre se pone una sudadera y una camisa cualquiera, no se preocupa mucho por su apariencia pero su personalidad es encantadora y arrolladora.
Dos meses después en una fiesta de disfraces Martin y yo nos besamos, nunca había sentido tantas cosquillas en mi estomago y ahí comprobé lo que pensaba, era un niño único y diferente.
En la misma fiesta conocí otro niño que se llamaba Esteban, era mono, alto, de ojos claros, tenia buen cuerpo, era un músico reconocido, estaba en la universidad, tenia carro y un buen estado económico.


Nos hicimos muy amigos, empezamos a salir mucho, estábamos casi que 23 horas y 59 minutos de cada día juntos, aquel niño me ofrecía mucho pero no me llenaba como Martin.
Esteban me dijo que si éramos novios y le dije que no, a pesar de que fuera muy reconocido y la gente hablara mucho de él, me di cuenta que mis sentimientos y yo era muy valiosa como para estar con alguien solo por lo que tiene y no por lo que es.
No volvimos a hablar pues la amistad; si se puede llamar amistad, termino muy mal pero Martin me hizo olvidarlo y volví a caer en sus redes.


Las clases de tenis seguían transcurriendo a la normalidad, se había vuelto rutinario llegar a la clase y sentir cositas en el estomago cuando veía a Martin.
Al mes después salimos a vacaciones de fin de año y el día que celebramos Andrés, Juan José, Martin, Francy y yo que habíamos ganado el año me hice novia de Martin.
Es la mejor relación que he tenido, todavía estamos juntos y ya casi cumplimos un año de estar juntos, es demasiado especial y aunque soy la primera novia que él ha tenido, siempre hace lo posible por ser el mejor novio y mejorar sus errores.
Con esta experiencia me di cuenta que el amor verdadero si existe, que si existen amigos que siempre van a estar contigo, solo hay que saberlos elegir, cuidarlos y sembrarlos en tu corazón para que den frutos, pero lo más importante de todo es que comprobé que “El amor más fuerte y más puro no es el que sube desde la impresión, sinó el que desciende desde la admiración”


Ana María García Gallo - Grado 9

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